Los artistas son valientes
“Hace falta valor psicológico para tomar la palabra y expresar los sentimientos en público”
“La humildad, después de todo, es una cualidad honrosa. Aunque, cuando se trata de crear, a veces se convierte en un sofá enorme, ideal para esconderse detrás. Por antinatural y abrumador que resulte, para lanzar ideas al mundo es necesario ser atrevido, aunque pueda uno sentirse extraño o arrogante. (…) Así son las cosas: la humildad es un freno para la creatividad. En realidad, lo que nos pasa es que nos morimos de miedo. Queríamos compartir nuestras ideas y nuestra originalidad con el resto del mundo, pero no nos atrevemos. Es el tipo de conducta a la que Aristóteles se refería cuando dijo: “Nunca harás nada en este mundo, sin valor”
Will Gompertz nos narra aquí una historia que me encanta, es sobre el encargo que se le hizo a Miguel Angel de pintar la Capilla Sixtina. Toda la historia es fascinante, pero acá enfatizo sólo los puntos que siempre comparto para conversar y reflexionar.
1-Aunque parezca increíble, Miguel Angel al inicio rechazó pintar la Capilla Sixtina ¿Por qué? Porque se consideraba un escultor y no un pintor, ni mucho menos un fresquista. Aceptar ese encargo significaba arriesgarlo todo por algo que no se sentía preparado, ¡así de simple!
“(…) Miguel Angel estaba en una posición similar a la de cualquier otra persona de a pie cuando trata de abordar un proyecto creativo, a saber, tenía miedo (…) Y, sin embargo, al final aceptó. (…) Su decisión no fue forzada: fue un acto de valentía.
2-No solo al inicio rechazo el encargo y luego aceptó, sino que, en el camino, como iba encontrando diferentes complicaciones, tuvo varios momentos que volvió a pensar que no estaba preparado y por ende presentó su renuncia al proyecto; PERO: todas sus quejas eran replicadas por el Papa Julio II, quien le había hecho el encargo, y simplemente lo animaba a seguir con la pintura.
“Resignado quizá ante el hecho de que la Capilla Sixtina estaba destina a ser el escenario de la humillación pública, Miguel Angel decidió al parecer que, si el encargo iba a ser considerado un fracaso de entrada, podría darse permiso para fracasar espectacularmente”
Y este es un punto que me parece interesantísimo (más en los contextos colaborativos que hoy en día se busca impulsar o cuando se busca involucramiento y apoyo constante del top management en las transformaciones), porque si bien Miguel Angel se enfrentó a sus propias carencias técnicas y aun a su falta de confianza, y todo esto se celebra y nos inspira, lo cierto es que Miguel Angel NO fue un héroe en solitario: tuvo a su lado alguien que lo protegió, capacitó, encargó, impulsó…
“la creatividad no existe aisladamente. Necesita de un entorno nutritivo en que florece. No existirían los frescos de la Capilla Sixtina de no haber sido por la tenacidad del papa Julio II y su inquebrantable fe en el talento de Miguel Angel”
3-Miguel Angel es considerado un ejemplo porque fue “atrevido”, y es que cualquiera que quiera proponer nuevas ideas: ¡debe ser atrevido! Will Gompertz nos recuerda que el artista opera con 3 actores: el mercado que quiere ofrecer obras que sabe que se van a vender; el coleccionista que busca comprar arte que sean reconocidas en su círculo y el establishment que sólo quiere lo que ya se conoce y comprende; En otras palabras: desafiar estos poderes exige un enorme valor y por eso los artistas deben luchar contra el conservadurismo y el dogma de lo establecido. Pero pensaba…hoy en día, en contextos de continuos cambios, todos nos enfrentamos a “dogmas establecidos”, y si hacemos la “extrapolación” a nuestra propia realidad laboral, también encontramos un “Mercado,” un “coleccionista” y un “establishment” … ¿y cómo son? ¿muy diferentes al del artista?
4-El mensaje final de este capítulo es muy inspirador, el autor nos enfatiza que la creatividad es una herramienta poderosa, porque nos permite expresarnos; Y nos pide a todos, creadores y ciudadanos, que “seamos abiertos de mente y generosos de espíritu para tratarla con respecto”.
“Nosotros, el público, y nuestros representantes oficiales, no solemos ser tercamente conservadores ni mezquinos porque sí. Simplemente, a menudo no nos sentimos preparados para las nuevas ideas cuando nos las presentan los artistas. Estos habrán pasado meses, si no años, investigando, experimentando y trabajando para alcanzar una creación coherente, que nosotros, los espectadores, debemos comprender y asimilar al instante. No es de extrañar que no lo consigamos. El error que cometemos es que en lugar de confiar en el artista nuestra inclinación natural es desconfiar, menospreciar y sentirnos amenazados por una novedad desconocida y potencialmente peligrosa que no somos capaces de comprender”
Y cuando comparto este texto con los equipos o con colegas, estos son los mensajes que me interesa que se lleven: los cambios organizacionales no son en solitario, necesitan de valientes que desafíen el statu-quo, pero también necesita de un contexto flexible y abierto para aceptar esas nuevas ideas, o al menos: darle la oportunidad de que se experimenten. Quizas necesitamos “agentes de cambio” como un Miguel Angel, y un top management que sea “mecenas” como lo fue el Papa Julio II 😊
“Vincent van Gogh preguntó en una ocasión: ¿cómo sería la vida si no tuviéramos el valor de intentar nada?”. Yo le habría respondido: “aburrida, rayana en lo absurdo”.
Fuente: Cap 8 “Los Artistas son valientes”. Pag 158–175 Book: Piensa como un artista. Will Gompertz
